Mientras 1 de cada 9 personas se acuesta con hambre todos los días, cada segundo se desperdician 51 toneladas de comida, un volumen equivalente al 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La crisis derivada de la COVID-19 nos ha demostrado que dependemos los unos de los otros y que solo si lo hacemos juntos, seremos capaces de atajar esta contradicción, tan injusta como insostenible.
Cada uno debe poner de su parte y desde Danone, después de escuchar a nuestro entorno, hemos decidido dar un dar un paso al frente: cambiar la “fecha de caducidad” por “fecha de consumo preferente”. Una pequeña revolución de nuestros fermentos, ahora visible en las etiquetas de nuestros productos, que tendrá un impacto muy positivo en términos de dignidad social y justicia ambiental. Todo por un futuro compartido y sin fecha de caducidad.