El sistema económico y de producción actual resulta insostenible para el planeta, está agotando los recursos de los que dependemos nosotros y las generaciones que vendrán.
Tenemos que dejar de vivir como si hubiese otro planeta, y avanzar para transformar la forma en la que producimos aquello que consumimos. Transformar el modelo lineal basado en extraer, producir, usar y tirar hacia uno que nazca del querer reducir, reutilizar y reciclar no es un deseo, es una necesidad.
Dejar atrás los plásticos de un solo uso es uno de los grandes desafíos de la economía circular. Cada año se producen 500mil millones de botellas de plástico, y España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor demanda. Por eso, apostar por una modelo de consumo y fabricación circular es una prioridad. Es hora de dejar de hablar de residuos y empezar a hablar de RECURSOS.
«La forma en que producimos y consumimos actualmente está destruyendo los sistemas naturales que sustentan nuestra salud y nuestras economías»
Marco Lambertini, director general de WWF
Botellas que se convierten en botellas La UE estipula que, para 2030, las botellas de plástico deberán contener al menos un 30% de material reciclado. Es el momento de apostar por el plástico PET reciclado. El PET (teraftalato de polietileno) es a día de hoy el único plástico que reciclado puede volver a utilizarse para envasar alimentos y bebidas, y por tanto un material 100% circular.
El anteproyecto de ley de residuos publicado el pasado junio descubre una clara apuesta por la introducción de material reciclado en los envases. Y es de celebrar este tipo de medidas, que seguro acelerarán la transición hacia una economía circular. Para ello es crucial que la ley vaya acompañada de un plan de creación de un mercado secundario de PET reciclado que permita a las empresas incluir este material en la cantidad y calidad exigida por la ley.