El 71% de la población afirma que “Las marcas que pongan su beneficio económico por encima de las necesidades de la sociedad durante esta crisis, perderán mi confianza para siempre”¹.
Cada cuatro años, los ciudadanos votamos cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos. Detrás de una persona, de un representante público, existen unas ideas a las que decidimos apoyar o dar la espalda. Pero ese no es el único momento en el que “nuestro voto cuenta”.
Una marca también representa una identidad y unos valores. Representa una forma de producir, una manera de trabajar o un impacto ambiental. Cada vez que consumimos una marca estamos eligiendo qué valores queremos que sean los predominantes y cada vez que la rechazamos estamos expresando nuestra disconformidad con su forma de actuar. Esta capacidad transformadora no es una novedad, pero la crisis sanitaria y económica de la COVID-19 ha causado ese click definitivo en nuestro comportamiento.
El nuevo consumidor-activista, informado y consciente, a través de sus compras asume un nuevo poder geoeconómico e ideológico. La participación política ya no sólo la ejerce con el voto sino con el consumo. El compromiso social y la ética son valores irrenunciables para los nuevos consumidores-activistas que aumentan su cuota de poder social, económico y político.
Antón Costas, economista
Votemos por el mundo en el que queremos vivir cada vez que vayamos al supermercado. Elijamos aquellos productos que representen el modelo de sociedad al que aspiramos.
Las empresas nos representan. Su desarrollo económico depende de nosotros. Solo alcanzarán el éxito si cuentan con nosotros y nos aportan el máximo valor. Esto lo tienen claro aquellas empresas que pertenecen al movimiento global B Corp, que son la alternativa que abandera el cambio para responder a los desafíos sociales y ambientales a través de la creación de valor compartido entre los accionistas, los empleados, los clientes y los proveedores.
Necesitamos un modelo empresarial capaz de no dejar a nadie atrás ante los desafíos a los que nos enfrentamos. Eligiendo y consumiendo este tipo de empresas, tenemos la oportunidad de impulsar una visión transformadora de la economía y del papel de la empresa. Vota por el cambio.