Aún no llevas ni un café, pero ya has leído el primer titular esta mañana: “El 46% de los jóvenes españoles se encuentra en situación de desempleo. Vuelves del trabajo y escuchas en la radio “La pandemia podría arrastrar a la pobreza a 700.000 personas más en España”. A la hora de cenar, el informativo comienza así: “En 2019 se llegó a un récord mundial de emisiones de CO2”.
Si hay algo claro en estos tiempos de incertidumbre es que el cambio es una necesidad. Los desafíos globales solo se resolverán si creamos un modelo económico justo, inclusivo y regenerativo para todas las personas y el planeta, y eso es lo que impulsa el movimiento BCorp.
Este modelo empresarial aspira a crear valor no solo para el accionista, sino también para los empleados, los clientes, los proveedores, las comunidades en las que opera y el medio ambiente. Capaz de generar riqueza y dignidad, que garantice la salud física, mental y ambiental para todos y para todas, y lo garantizan en sus propios estatutos.
Más de 3.200 compañías en 70 países que buscan la creación de valor para el accionista mientras promueven el progreso económico y social, la igualdad de oportunidades real y la sostenibilidad ambiental.
Más allá de una certificación, es un movimiento: certifica y garantiza que estas empresas cumplen con los más altos estándares de desempeño ambiental y social. Lo garantizan porque estas empresas son auditadas cada dos años por un organismo independiente cuyo estándar es el más exigente. Pero también promueven un modelo empresarial a través de la concienciación, la cooperación y la creación de comunidad.
Unos titulares más optimistas pueden llegar a ser posibles. Más de 3.000 B Corps en el mundo están demostrando, hoy, cómo será el modelo empresarial del futuro: una economía al servicio de las personas y del planeta.