Luis Morales, fundador del Centro de Innovación y Desarrollo para la Economía Circular (CIDEC), advirtió de que no se debe demonizar el plástico. «Tenemos bienestar porque tenemos plásticos, es el material del presente: es hipoalergénico, ligero, resistente, se puede transformar de infinitas formas. No podemos demonizarlo porque es un error a nivel medioambiental. Lo que debemos es pasar del modelo de plástico de un solo uso a la transformación de una manera sostenible, porque tenemos plástico para vivir miles de años».
Y aquí juegan un papel predominante los poderes públicos: «Tenemos muchas normativas en ese sentido, y eso está bien, pero al final todo queda demasiado disperso. Es necesario unificar leyes y coordinarlas». Es decir, buscar una transición eficiente en la coherencia, pero también en la ambición y en la creación de una nueva industria verde real que frene a las empresas que lo hagan mal, pero que apoye a las que lo estén haciendo bien, porque, como explicó Morales, «se consiguen más con un caramelo que con una colleja».